Científicos analizan sistemas de administración de vacunas en aerosoles inhalados y aerosoles nasales

Agencias. Un grupo de científicos de la Universidad McMaster (Canadá) que compararon los sistemas de administración de vacunas respiratorias confirmaron que las vacunas en aerosol inhaladas proporcionan una protección mucho mejor y una inmunidad más fuerte que los aerosoles nasales.

De esta manera, mientras que los aerosoles nasales llegan principalmente a la nariz y la garganta, los aerosoles inhalados eluden el conducto nasal y administran las gotas de la vacuna en lo más profundo de las vías respiratorias, donde pueden inducir una amplia respuesta inmunitaria protectora, informan los investigadores.

Con base en el estudio, publicado en línea en la revista Frontiers in Immunology, los investigadores utilizaron una vacuna contra la tuberculosis para comparar los métodos de administración midiendo la distribución de las gotitas, las respuestas inmunitarias y la potencia en animales.

Cuando la vacuna se administraba directamente en los pulmones, estimulaba respuestas inmunitarias más fuertes, proporcionando una protección mucho mejor contra la tuberculosis, por ejemplo.

“Las infecciones del tracto respiratorio superior tienden a no ser graves. En el contexto de las infecciones causadas por virus como la gripe o el SARS-CoV-2, suele ser cuando el virus se adentra en el pulmón cuando enferma de verdad”, explicó Matthew Miller, coautor del estudio y titular de la Cátedra de Investigación de Pandemias Virales de la Universidad McMaster.

Y agregó que la respuesta inmunitaria que se genera cuando se administra la vacuna en profundidad en el pulmón es mucho más fuerte que cuando sólo se deposita ese material en la nariz y la garganta, debido a la anatomía y la naturaleza del tejido y a que las células inmunitarias que están disponibles para responder son muy diferentes.

 

 


Noticias