Comunicado. “Cuidar el hígado desde la infancia no es opcional, es una responsabilidad compartida. Muchos de los factores que afectan al hígado en la adultez comienzan a gestarse desde los primeros años de vida, incluso desde el embarazo. La prevención debe ser parte de la crianza y la educación en salud”, señaló Alejandra Consuelo Sánchez, gastroenteróloga pediatra, durante la conmemoración del Día de la Salud Hepática, que tiene lugar cada tercer miércoles del mes de mayo, este año el lema es: “El cuidado de la salud del hígado comienza desde antes de nacer y debe mantenerse durante toda la vida”.
Factores como la nutrición materna durante el embarazo, la alimentación balanceada en la infancia, la actividad física regular, la prevención de infecciones virales, como hepatitis A y B, el uso responsable de medicamentos y la vacunación adecuada son clave para preservar la función hepática desde las edades más tempranas y puede reducir enfermedades crónicas y muertes evitables en la adultez .
Guillermo Barroso, presidente de la Fundación Mexicana para la Salud Hepática (FundHepa), lanzó un llamado a todos los sectores involucrados en el cuidado infantil: madres, padres, docentes, pediatras, enfermeras, responsables de guarderías y autoridades educativas para informarse sobre la importancia del hígado y su cuidado preventivo desde el embarazo.
Y recordó que el Día de la Salud Hepática tiene como objetivo recordar a la población mexicana que el hígado es un órgano vital, silencioso, y muchas veces olvidado, pero absolutamente fundamental para nuestra salud, este año con el lema: El cuidado de la salud del hígado comienza desde antes de nacer y debe mantenerse durante toda la vida. “Un llamado poderoso, que nos recuerda que la salud hepática no empieza en la adultez, ni siquiera en la infancia: empieza desde el embarazo. Lo que una madre come, bebe y cómo cuida su salud metabólica y emocional puede tener un impacto directo en la salud hepática de su bebé,” destacó.
Cabe mencionar que en México las enfermedades del hígado representan la cuarta causa de muerte general, sólo por debajo de las enfermedades cardíacas, la diabetes y los tumores malignos. Con base en datos del Inegi, en 2022 se registraron más de 30 mil muertes asociadas a padecimientos hepáticos, donde la cirrosis ocupó el primer lugar entre estos .
Estas cifras son aún más alarmantes si se considera la creciente prevalencia de obesidad, diabetes tipo 2 y síndrome metabólico en la población mexicana, factores muy vinculados al desarrollo de esteatosis hepática no alcohólica (hígado graso), una condición silenciosa que puede evolucionar hacia cirrosis o cáncer hepático.