Comunicado. La pérdida auditiva es una condición que afecta la calidad de vida de millones de personas en México y en el mundo. A menudo se subestima, se detecta tarde o se confunde con el envejecimiento natural. Sin embargo, existen otras causas que pueden dañar el oído, entre ellas la diabetes. Esta enfermedad, además de su conocido impacto en órganos vitales como el corazón, los riñones y los ojos, también representa una amenaza significativa para la salud auditiva.
MED-EL, proveedor de soluciones auditivas, indicó que esta afección crónica, caracterizada por niveles elevados de glucosa en la sangre, podría dañar progresivamente los nervios y vasos sanguíneos del oído interno, provocando pérdida de audición, una complicación poco conocida por muchos, pero cada vez más frecuente.
Los niveles elevados y bajos del azúcar en sangre pueden afectar la capacidad del oído para transmitir señales sonoras al cerebro. ¿Cómo afecta la diabetes al oído? La hiperglucemia prolongada deteriora los pequeños vasos sanguíneos que nutren el oído interno, mientras que la hipoglucemia altera la transmisión de los impulsos nerviosos, comprometiendo la audición. Si no se detectan y tratan a tiempo, estos daños tienden a volverse irreversibles.
¿Por qué es importante cuidar la salud auditiva? El oído es un órgano complejo y extremadamente sensible al flujo sanguíneo y al equilibrio neurológico. Diversos factores, como la edad, la exposición al ruido, infecciones, tratamientos farmacológicos y enfermedades crónicas como la diabetes, pueden dañar progresivamente el oído interno, generando pérdida auditiva neurosensorial, la forma más común y persistente de esta afección.
Los adultos mayores son, en general, la población más afectada cuando se trata de complicaciones auditivas relacionadas con la diabetes, ya que esta etapa de la vida conlleva una mayor vulnerabilidad a los efectos del daño neurosensorial. Sin embargo, los más jóvenes no están exentos, especialmente si presentan un mal control de este padecimiento. La hipoacusia asociada a la diabetes suele desarrollarse de manera lenta y silenciosa, lo que dificulta su detección temprana.
En México, la diabetes se ha convertido en uno de los problemas de salud pública más frecuentes. Según datos de la Ensanut, cerca del 18.3 % de la población a nivel nacional, aproximadamente 14.6 millones de personas, vive con esta enfermedad, ya sea con diagnóstico previo o sin diagnosticar.
“El oído es altamente sensible al flujo sanguíneo. Cuando este se ve comprometido, como ocurre con frecuencia en personas con diabetes, el oído interno puede comenzar a deteriorarse sin generar síntomas evidentes. Los signos de alerta más comunes incluyen: dificultad para seguir conversaciones, necesidad de subir el volumen de los dispositivos, mareos, náuseas, dolores de cabeza o problemas para oír en entornos ruidosos. Una vez que se detecta alguna anomalía auditiva, existen soluciones que van desde el uso de audífonos hasta, en casos más severos, implantes cocleares, como los desarrollados en Austria, capaces de ayudar a recuperar la capacidad auditiva una vez que se pierde”, destacó Fernando Díaz, médico y gerente de MED-EL México.
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