Comunicado. La OMS publicó una nueva versión de su guía práctica para el manejo clínico del Covid-19, que incorpora recomendaciones clave sobre el uso de antibióticos, el diagnóstico, el aislamiento y la atención según la gravedad del cuadro clínico. Estas pautas están dirigidas a todos los profesionales sanitarios y administradores que participan, directa o indirectamente, en la atención de pacientes con Covid-19.
Entre los principales cambios destaca una advertencia clara contra el uso indiscriminado de antibióticos en pacientes sin signos evidentes de coinfección bacteriana, así como la diferenciación de las recomendaciones de aislamiento entre personas sintomáticas y asintomáticas.
La OMS ha incorporado dos nuevas recomendaciones sobre el uso de antibióticos basadas en un reciente metanálisis de resultados clínicos. En los pacientes con Covid-19 no grave y con baja sospecha clínica de infección bacteriana concurrente, se desaconseja el uso empírico de antibióticos. En pacientes con Covid-19 grave, aunque también con baja sospecha de coinfección bacteriana, la OMS no sugiere el uso empírico de estos fármacos.
Esta decisión responde a la creciente preocupación por la resistencia antimicrobiana, agravada por el uso excesivo de antibióticos durante las primeras fases de la pandemia. Según el nuevo criterio, los antibióticos deben reservarse para casos en los que exista evidencia clínica clara de una infección bacteriana concomitante.
La guía clasifica a los pacientes con Covid-19 en tres niveles: no grave, grave y crítico, lo que permite adaptar las intervenciones clínicas a cada situación:
- Covid-19 no grave: ausencia de signos de neumonía grave o dificultad respiratoria.
- Covid-19 grave: incluye casos con saturación de oxígeno < 90% en aire ambiente, neumonía grave, o signos de dificultad respiratoria como el uso de músculos accesorios o frecuencia respiratoria elevada (>30/min).
- Covid-19 crítico: se refiere a pacientes con síndrome de distrés respiratorio agudo (SDRA), sepsis, shock séptico, o que requieren soporte vital como ventilación mecánica o fármacos vasopresores.
La OMS advierte que el umbral del 90% de saturación de oxígeno es arbitrario y debe interpretarse con juicio clínico, especialmente en pacientes con enfermedades pulmonares crónicas. Por otro lado, la guía reafirma la importancia de una detección rápida y precisa mediante pruebas de amplificación de ácidos nucleicos (NAAT), como la PCR, en todos los casos sospechosos. En algunos casos, puede ser necesario realizar pruebas repetidas del tracto respiratorio superior e inferior para confirmar el diagnóstico. También se menciona la utilidad potencial de muestras fecales o, en fallecidos, de muestras post mortem.
La OMS no recomienda el uso de pruebas serológicas de anticuerpos para diagnosticar infecciones actuales por SARS-CoV-2. Además, se destaca el papel de las pruebas rápidas de antígenos para el autodiagnóstico, con una recomendación firme de ofrecer esta opción como complemento a las pruebas realizadas por profesionales sanitarios.
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