Comunicado. Las enfermedades respiratorias agudas continúan siendo una de las principales causas de atención médica en México y América Latina. En territorio mexicano, los casos de neumonía, influenza, Covid-19 y otras infecciones respiratorias han generado una alta demanda hospitalaria.1A nivel regional, la circulación de virus respiratorios como influenza y VSR se mantiene activa, con picos estacionales.
Este panorama se presenta en un contexto de presión creciente sobre los sistemas de salud, donde la disponibilidad de personal médico es limitada. De acuerdo con la OPS, 14 países de la región enfrentan una escasez crítica de médicos, enfermeras y parteras, lo que podría comprometer el acceso universal a la salud si no se implementan estrategias de eficiencia, que repercuten en la calidad de la atención médica de millones de pacientes.
En este escenario, la eficiencia clínica se vuelve una prioridad estratégica. La incorporación de tecnologías médicas que optimizan el trabajo del personal de salud mejora la atención al paciente y permiten un uso más inteligente de los recursos, lo que representa una oportunidad para fortalecer la resiliencia hospitalaria.
Uno de los avances más relevantes en este campo es el desarrollo de dispositivos para oxigenoterapia que transforman la manera en que se administra el oxígeno suplementario. Estos dispositivos permiten una mejor dispersión del dióxido de carbono exhalado, ofrecen mayor comodidad al paciente y ayudan a facilitar la comunicación con el personal médico. Además, su versatilidad permite cubrir distintos rangos de flujo con un solo equipo, lo que reduce la complejidad logística y mejora la eficiencia operativa.
Un ejemplo de este tipo de innovación es OxyMask, una mascarilla de oxígeno que ha sido incorporada en diversos entornos hospitalarios por su amplia gama de concentraciones de oxígeno (que puede manejar 23%–83%), reemplazando la necesidad de la mayoría de las mascarillas tradicionales. Esto ahorra tiempo al médico, reduce los SKU y libera espacio de almacenamiento. Su diseño abierto permite que escape el CO2 exhalado reduciendo su riesgo de reinhalación, contribuye a mejorar la comunicación con el personal médico y el paciente sin necesidad de retirar el dispositivo, esto ayuda a agilizar la toma de decisiones, reduce interrupciones en la atención y fortalece la continuidad del cuidado. Esta característica, junto con su estructura ligera, permite un mejor flujo en contextos de alta demanda.
Este tipo de soluciones no solo impactan positivamente en los pacientes, sino que también reducen la carga operativa del personal clínico, ayudando a prevenir el estrés laboral y mejorar la calidad de atención. En un entorno donde la eficiencia es clave, estas tecnologías se convierten en herramientas estratégicas para mejorar los resultados sin aumentar los costos.
“Optimizar los procesos operativos en salud es esencial, especialmente en regiones donde mejorar los protocolos permite ampliar la cobertura sin incrementar los costos. Esto se traduce en salvar más vidas y ofrecer una atención más oportuna y de calidad. En América Latina, avanzar en eficiencia implica adoptar tecnologías que ayuden al personal médico a enfocarse en lo más importante, el bienestar del paciente”, señaló Agustín Manzo, vicepresidente y director general de Medline Latinoamérica.
En este sentido, la implementación de soluciones médicas que simplifican procesos reduce tiempos de atención y mejoran la experiencia del paciente se vuelve una herramienta estratégica para los hospitales. La innovación permite al personal clínico concentrarse en tareas de mayor valor, al tiempo que contribuyen a fortalecer la seguridad y calidad del cuidado.
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