Comunicado. La insuficiencia venosa crónica es una condición vascular que puede desarrollarse silenciosamente y provocar molestias en las piernas. Se estima que en México más de dos terceras partes de la población presentan esta enfermedad, lo que corresponde al 68.7% de la población, con predominancia en mujeres (76.3%) y una edad media de 44.7 años.
Este panorama exige hablar del tema con mayor apertura y responsabilidad. La IVC ocurre cuando las venas pierden la capacidad de enviar adecuadamente la sangre de regreso al corazón, lo que provoca que se acumule en las extremidades inferiores. Esto genera síntomas que van desde incomodidad hasta complicaciones severas como úlceras venosas o trombosis venosa profunda.
“Muchas personas llevan años viviendo con pesadez o hinchazón en las piernas sin saber que se trata de una condición médica tratable. El primer paso es visibilizar para que más personas busquen ayuda a tiempo”, comentó Juan Esparza, VP Sales & Marketing Medical Solutions LATAM de Essity.
Diversos estudios clínicos han demostrado que el uso de medias de compresión de grado médico es uno de los tratamientos más eficaces y accesibles para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de quienes viven con esta condición, estas medias aplican una presión mayor en el tobillo y una menor hacia la pierna lo que favorece el flujo sanguíneo y reduce la acumulación de sangre. Según especialistas médicos de JOBST, una marca de Essity Health & Medical, esto no solo alivia los síntomas como la hinchazón y la pesadez, sino que también ayuda a prevenir complicaciones graves a largo plazo, como las úlceras venosas o trombosis.
Aunque muchas personas padecen de esta condición, pocos saben cómo manejarla o dónde buscar ayuda, según el Foro Venoso Mexicano sólo el 17% de los pacientes acude a consulta clínica al presentar síntomas. Lo anterior cobra sentido ya que especialistas médicos de JOBST han señalado que muchas personas no tratan la insuficiencia venosa por desconocer la enfermedad y confundir los síntomas iniciales, como hinchazón, pesadez o calambres, con cansancio o envejecimiento.
Además, existe una resistencia al uso de medias de compresión por razones estéticas o porque se perciben como incómodas. Hoy en día, las opciones han evolucionado: existen opciones discretas, cómodas y funcionales que permiten a las personas mantenerse activas sin renunciar a su estilo personal.
La IVC puede presentarse en personas jóvenes pero su incidencia es más grande en adultos mayores, especialmente aquellos con estilos de vida sedentarios, antecedentes de obesidad, hipertensión o tabaquismo. En ellos, el riesgo de complicaciones como la trombosis venosa profunda o úlceras venosas aumenta significativamente. Casos conocidos en el ámbito público han puesto en evidencia lo común que es este tipo de padecimiento, así como la importancia de hablar abiertamente sobre su prevención.
“Nuestro objetivo es que la compresión no sea vista como algo incómodo o reservado sólo para situaciones críticas, sino como una herramienta habitual para quienes desean mantener una vida activa y saludable, aun con una condición venosa”, explicó Esparza.