Comunicado. En la industria farmacéutica, el control estricto de la temperatura durante el transporte de productos farmacéuticos perecederos, tal como medicamentos, vacunas y biológicos, es una condición para garantizar su eficacia y seguridad. Y es que no se trata únicamente de trasladar una carga, sino de asegurar que los productos mantengan sus propiedades desde el laboratorio hasta el hospital, la clínica o la farmacia. Una desviación mínima puede significar la pérdida total de un lote, con consecuencias económicas, regulatorias y, lo más grave, para la salud de los pacientes.
Según el Instituto IQVIA para la Ciencia de Datos Humanos, la industria biofarmacéutica enfrenta pérdidas de alrededor de 35 mil mdd al año debido a fallos en la logística de control de temperatura. Las variaciones térmicas o el incumplimiento de las condiciones de almacenamiento exigidas representan un riesgo creciente para los fabricantes farmacéuticos, que requieren garantizar la eficacia y seguridad de sus productos.
El origen de estas pérdidas suele estar en varios factores críticos, entre ellos la fiabilidad de las unidades de refrigeración, pues basta con que un equipo presente una falla para que, lo que parecía un traslado rutinario, se transforme en un problema operativo, económico y reputacional.
Cuando se trata del transporte de productos perecederos, en especial de ciertos medicamentos y productos biológicos, se requiere una cadena de frío sin interrupciones. Sin embargo, una falla en la unidad de refrigeración puede comprometer la seguridad de la carga y poner en riesgo tratamientos completos.
“Dimensionar este riesgo es fundamental para los operadores logísticos y distribuidores de medicamentos, pues una avería en sus sistemas de refrigeración representa una amenaza directa a la rentabilidad de la empresa y, en muchos casos, a la seguridad de los pacientes”, señaló Vinilton Souza, Líder de servicios para América Latina en Thermo King.
De acuerdo con el ejecutivo, identificar las fallas más comunes en un sistema de refrigeración es el primer paso para que los encargados de logística puedan mitigar sus efectos.
- Problemas eléctricos: Los cortocircuitos, fallas en los fusibles, problemas con el alternador o baterías descargadas pueden provocar un fallo total del equipo.
- Fugas de refrigerante: La pérdida de refrigerante es una de las causas más comunes de una refrigeración ineficaz, que impide mantener la temperatura requerida.
- Problemas del termostato y sensores de temperatura: Una lectura incorrecta puede sacar al producto del rango adecuado y comprometer su calidad.
Si algo ha quedado claro en la logística de frío es que reaccionar siempre cuesta más que prevenir. Corregir una avería sobre la marcha puede resolver el problema técnico, pero el daño en la calidad e integridad del medicamento, o el incumplimiento en los tiempos de entrega son, en la práctica, irreversibles. De ahí la importancia de anticiparse.
“Prevenir fallas es una obligación regulatoria y ética, que requiere un enfoque proactivo y multifacético que combine tecnología, disciplina operativa y estrategia. Esto implica, por un lado, conocer las fallas más comunes en un sistema de refrigeración para reconocer sus primeras señales; por otro, fortalecer la disciplina en el mantenimiento preventivo, capacitar a los operadores y aprovechar las herramientas digitales de monitoreo en tiempo real, consideradas hoy en día parte de las mejores prácticas en el transporte de productos perecederos”, subrayó Souza.
Entre los aspectos críticos a considerar para evitar fallas en los equipos de control de temperatura, el directivo de Thermo King señala:
- Adoptar soluciones de refrigeración de vanguardia, diseñadas para mantener la cadena de frío farmacéutica, y ofrecer eficiencia energética y confiabilidad.
- Establecer programas de mantenimiento preventivo, con revisiones calendarizadas que eviten que pequeños fallos se conviertan en averías críticas.
- Implementar monitoreo y diagnóstico remoto, lo que permite detectar anomalías de temperatura o rendimiento en tiempo real.
- Capacitar al personal periódicamente, asegurando que conozcan los protocolos correctos de manipulación, arranque, apagado y revisión de equipos.
- Seleccionar el equipo adecuado para cada tipo de producto, ya que no todas las cargas requieren la misma tecnología de refrigeración.
- Contar con un proveedor de servicio técnico confiable para la cadena de frío, capaz de ofrecer reparaciones oportunas, soporte de mantenimiento y asistencia en emergencias.
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