Cambio de hábitos para prevenir un infarto cerebral: especialistas

Comunicado. Con base en cifras oficiales, en México se presentan 170 mil casos de infartos cerebrales al año, convirtiéndose en la segunda causa de discapacidad en adultos en el país; además, anualmente, se registran más de 38 mil fallecimientos por esta causa, colocando a este hecho dentro de las 10 primeras causas de muerte a nivel nacional.

Por ello, de acuerdo con la Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencia, el 80% de estos eventos pueden prevenirse e indica que el cambio de hábitos y en el estilo de vida, así como el consumo del alcohol, tabaquismo, disminución de estrés, entre otros, puede salvar la vida de una persona ante un infarto cerebral.

Esta afección también es conocida como embolia, ICTUS o evento vascular cerebral (EVC); sin embargo, todos los términos se refieren a la presencia de un coágulo de sangre que obstruye una de las arterias que llevan la sangre al cerebro, ocasionando que éste deje de recibir la oxigenación y circulación vitales, por lo que, si no se atiende rápidamente puede ocasionar daños en el habla, movimiento motriz, entre otros que puede ser permanentes. 

La atención dentro de las primeras 4.5 horas es vital para disminuir la probabilidad de daños permanentes. Al respecto, Daniel Sánchez Arreola, médico urgenciólogo y presidente de la Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencia, indica que existe una manera sencilla de reconocer los síntomas de un Infarto Cerebral.

“La Estrategia CAMALEÓN comenzó a difundirse en 2016 y su nombre funciona como un acrónimo que explica los síntomas más comunes de esta afección: CAra colgada, MAno pesada, LEngua trabada y ÓN, que invita a las personas a ponerse en acciÓN y acudir rápidamente a los servicios de emergencia de un hospital cercano”, explicó el especialista.

Y añadió que “la estrategia está hecha para salvar vidas y que las personas puedan evitar las secuelas del infarto cerebral, sin embargo, la mejor estrategia siempre será la de la prevención y en este caso, el 80% de los casos pueden evitarse a través del cambio de hábitos y un estilo de vida más saludable”.

El especialista indicó que existen factores de riesgo que pueden ser modificados o controlados a través de cambios en el estilo de vida, como llevar una dieta saludable, hacer ejercicio regularmente, dejar de fumar. Además, es recomendable controlar constantemente la presión arterial y los niveles de colesterol y triglicéridos.

 

 

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